¿Qué aporta el diseño en la sociedad? 

El diseño aporta cultura, espíritu crítico y herramientas para cambiar aquello que necesita evolucionar.

¿Y en las empresas? 

Además de lo anterior, aporta una visión transversal que permite generar conexiones entre conceptos y departamentos de la estructura organizativa. Aporta procesos de integración de la creatividad. Puede aportar una manera distinta de abordar la actividad de la empresa, desde las fases más iniciales del proceso productivo, hasta las de finalización y comunicación.

¿Qué cualidades son necesarias para que un/a diseñador/a sea agente de transformación e innovación?

Pensamiento crítico, lateral y transversal. Flexibilidad. Asociación de ideas. Comunicación y expresión gráfica y oral. Trabajo en equipo. Gestión emocional.

¿Qué cualidades destacas en los/as estudiantes que reciben vuestra formación? 

Todas ellas.

¿Cómo se actualizan las/os diseñadoras/es? 

Gracias a su curiosidad y su capacidad de disfrutar con el aprendizaje. A través de sus redes de contactos. Asistiendo a congresos y formaciones.

¿Se enseña en la universidad lo que se demanda en las empresas? 

Sí, pero no creo que la labor de la universidad se circunscriba a formar profesionales para las empresas de hoy sino personas capaces de ir más allá.

¿Como universidad, qué te piden las empresas? 

Las empresas no nos demandan nada en concreto. Deducimos que lo que más valoran es la capacidad de comprometerse con el proyecto y la resolución técnica. Pero no veo patrones muy claros; las empresas tienen necesidades distintas.

¿Qué retos crees que afrontaremos de aquí a cinco años? 

La digitalización dentro del nuevo marco de la IA. 

¿Cómo podríamos ayudar a alinear universidades y empresas para que el/la diseñador/a aporte más valor dentro de las empresas? 

A través de unidades de investigación cofinanciados, que aborden temas de interés común y global. Incentivando espacios de encuentro. Haciendo pedagogía en las empresas sobre el valor real, cuantificable y no cuantificable, del diseño.

¿Cómo podríamos cambiar el “siempre se ha hecho así y nunca ha pasado nada” por una apuesta estratégica por el diseño? 

Ayudando a las empresas que muestran interés y no perdiendo el tiempo con el resto. Concentrando recursos y esfuerzos en aquellas organizaciones que pueden evolucionar y marcar una diferencia apreciable por el resto, y dejar que estas se sumen a posteriori.